Se mueven las piezas en el distrito; dos diputados en ejercicio se consolidan en las preferencias, y nuevas caras irrumpen para las elección de noviembre.
La más reciente Encuesta Radiografía Temuco CEST encendió las alarmas en las candidaturas por el Distrito 23 de La Araucanía, revelando que, aunque los actuales diputados mantienen ventaja para sus reelecciones, nuevas figuras comienzan a irrumpir y escalar posiciones.
En los primeros lugares aparecen dos diputados en ejercicio que van a la reelección, como el caso de Stephan Schubert Rubio (Partido Republicano) que lidera con un 8,92%, consolidando su posición como el parlamentario mejor evaluado del distrito. Lo sigue Ericka Ñanco Vásquez (Frente Amplio) con 6,86%, quien, pese a enfrentar un escenario más polarizado, conserva un nicho progresista de apoyo.
Pero el sondeo también deja ver que la disputa no será exclusiva de los incumbentes. El republicano Cristian Neira Martínez sorprende con un 6,35%, y el socialcristiano Jorge Sepulveda Rosales con un 5,49%, acortando distancia con su compañero de lista Schubert, ambos cercanos al segmento evangélico. En la vereda Chile Vamos, Christian Vásquez Huera (Renovación Nacional) irrumpe con un 5,32%, consolidándose como una opción emergente y de recambio para el electorado moderado.
En el sector progresista, Daniel Sandoval Poblete (Federación Regionalista Verde Social) alcanza un 4,29%, mientras que la socialista Claudia Tapia de la Peña marca un 3,95%, ambos en ascenso y con posibilidades de ampliar sus respaldos en la campaña.
El estudio también midió a otros posibles nombres como Jose Montalva Feuerhake con un 6,17%, Marcelo Carrasco Carrasco con un 5,83%, Genoveva Sepulveda Venegas con 4,80%, Pedro Durán Sanhueza (3,6%), Pablo Díaz Salazar con 2,74%, Rene Manuel Garcia Garcia con 2,40%, Jessica MendezCanaves (2,23%), entre otros.
El estudio, levantado por el CEST que fue aplicado entre el 04 y el 08 de agosto de 2025 a habitantes de la comuna de Temuco, con una muestra de 583 personas y con un margen de error de ±4,0 %, confirma que la competencia se abre más allá de los liderazgos consolidados, en un distrito donde la dispersión de votos y las alianzas electorales serán determinantes para definir los escaños.